lunes, 7 de mayo de 2007

Discapacidad y Minusvalía

El ser humano es un hombre común en busca de un destino extraordinario. La persona con discapacidad es un ser extraordinario, en busca de un destino común.
El perfil de cada persona, ya sea discapacitada o no, está constituido por puntos fuertes y débiles relacionados con el entorno en el que cada uno se desenvuelve, la capacidad de control emocional, el equilibrio psicológico, las habilidades sociales, la mayor o menor vulnerabilidad ante agentes generadores de ansiedad o estrés, etc.
La discapacidad no es una característica propia del sujeto, sino el resultado de su individualidad en relación con las exigencias que el medio le plantea. El tipo y grado de discapacidad que la persona padece, le impide valerse por sus propios medios de manera autónoma, viéndose obligada a buscar otras alternativas para satisfacer sus necesidades esenciales. En ese marco, es donde los profesionales de la salud deben actuar, guiando a las personas para que puedan desarrollar actividades acordes a sus características personales, capacitarse para el auto-valimiento y lograr una integración al medio social en el que están insertos, del cual intentan formar parte.
La minusvalía en tanto si es una característica de la persona y dice relación de su propia capacidad de valor hacia si misma por tanto lejos de constituir una condición es una dificultad psicopatológica en la consecución de los objetivos que se plantea por disminución en la capacidad de autonomía.
La discapacidad es, una restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen considerado normal para el ser humano. Puede ser temporal o permanente, reversible o irreversible. La minusvalía es la percepción desventajosa en que encuentra o se considera una persona determinada, como consecuencia de una deficiencia o discapacidad que limita o impide el cumplimiento de una función que es normal para esa persona.
Es por ello que ante la discapacidad física y psíquica debemos actuar todos y ser partícipes de la una adaptación a la capacidad. Ya sea por una condición física y aún más por una diferencia mental es que tenemos que actuar como agentes facilitadotes y evitar el aislamiento y la marginación. La deficiencia de una persona produce discapacidad, y la interrelación entre ésta, las características individuales de la persona y los condicionantes del entorno pueden dar lugar o no, a una minusvalía. Las personas con discapacidad son personas íntegras con imitaciones en su desarrollo físico y/o psíquico, que luchan por encontrar su lugar en el mundo y mejorar su calidad de vida a través de experiencias reales y vivencias cotidianas. La discapacidad no es una característica propia del sujeto, sino el resultado de su individualidad en relación con las exigencias que el medio le plantea.
En la dimensión psíquica y emocional del discapacitado se pone de manifiesto un aspecto relevante: la presencia de conductas desafiantes, destructivas y autoagresivas, muchas veces relacionadas con su imposibilidad de comunicarse y expresar sus sentimientos. Esta particularidad supone un reto significativo a las instituciones, servicios y profesionales a cargo, ya que es un elemento que obstaculiza y dificulta el logro de los objetivos que cada uno se propone alcanzar.

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